Un Responso: ¿Cómo debe hacerse?

Hay momentos en la vida que ocurren situaciones difíciles, como es la muerte de una familiar o amigo. Sin embargo, se requiere del cumplimiento de determinados procesos para darle la despedida de este mundo, de la manera más adecuada que se merece la persona que fallece.

Uno de esos procesos es la realización de un responso, el cual es muy importante para las personas que profesan la religión católica; y se trata de la oración de los difuntos que se reza en algún momento de la despedida, ya sea cuando se está realizando el velatorio de la persona, así como  antes del entierro o cremación.

En esos momentos de tristeza y desolación, realizar el responso puede proporcionar un poco de paz a los familiares y amigos, porque es el consuelo que pueden sentir las personas que tienen Fe en Dios.

¿Quién es la persona que puede realizar el responso?

El responso, al ser una oración que se dedica a la persona que fallece, lo ideal es que la haga una persona muy cercana a Dios y la religión católica, porque puede proporcionarle un mayor sentimiento y fe a la oración. 

Idealmente, el responso es ofrecido por los sacerdotes católicos, pero también puede hacerlo los diáconos que han sido ordenados por la Iglesia, y los ministros que la Iglesia ha autorizado de manera extraordinaria.

¿Qué comprende el responso?

En muchas ocasiones se inicia con el rezo del Santo Rosario, que puede dirigirlo un familiar cercano y lo acompañan las personas presentes.

Posteriormente, se realiza el Oficio de los Difuntos en el cual todas las personas  que están en el acto de despedida, se santiguan con la señal de la santa cruz y se hacen las siguientes acciones:

• En primer lugar, se realiza una introducción que es breve y permite comenzar el acto religioso a celebrar. A este momento se le conoce como la Monición.
• Luego se efectúa una oración que hace el sacerdote, y en caso de que éste no se encuentre presente, la realiza el diácono o el ministro como representantes de la religión católica.
• En tercer lugar, se procede a hacer la lectura de la palabra de Dios, la cual es menester que la efectúe un familiar cercano o amigo cercano del difunto.
• A continuación se efectúa la oración de los fieles y las personas presentes acompañan al sacerdote, diácono o ministro al responder cuando la oración que reza el sacerdote así lo requiera. Por ejemplo, a la frase que indique el sacerdote “brille para él la luz perpetua”, se le puede responder “que descanse en paz, Amén”
• Y para finalizar el Responso, se suelen decir unas palabras especiales a la persona fallecida en las que se indican las buenas obras o acciones que hizo, los mejores momentos que compartió con sus familiares y las características que tenía como una persona especial para todos los presentes, a fin de recordarlo con el cariño que se le tenía.

De esta manera se culmina el Responso que suele realizarse a las personas que fallecen, como un homenaje de despedida dentro de la religión católica.

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