Duelo por la pérdida de un hijo: ¿Cómo manejarlo?
Cuando nuestros hijos llegan, siempre pensamos en su futuro, en como darles lo mejor y hacerlos felices; verlos casarse, formar un hogar y que nos den nietos. Nunca se nos pasa por la cabeza que nosotros viviremos más que ellos.
Y es que ningún padre va a estar nunca preparado para la prueba de vivir la muerte de su hijo; una pérdida que resulta muy dolorosa sin importar la edad de nuestros hijos:
- En el caso de hijos pequeños, como padres, estamos involucrados de forma íntima en sus vidas diarias. La muerte cambia todos los aspectos de la vida familiar y suele dejar un vacío enorme.
- En el caso de hijos adolescentes, es difícil porque los niños de esta edad comienzan a alcanzar su potencial y volverse personas independientes.
- Cuando fallece un hijo adulto, no solo pierde a un hijo, sino a un amigo cercano, un enlace a sus nietos, y una fuente irremplazable de apoyo práctico y emocional.
Muchos padres también sufren un duelo por las esperanzas y sueños que tenían para sus hijos; o si perdió a su único hijo, puede sentir una pérdida de su identidad como padre, o el dolor de no tener nietos.
Sea como sea, debe saber que el dolor de estas pérdidas siempre será parte de usted: pero, con el tiempo, y con la ayuda indicada, logrará encontrar una forma de avanzar y volver a sentir felicidad y a encontrar un significado en la vida.
Reacciones frecuentes durante el duelo por la pérdida de un hijo
Ante la pérdida de un hijo, las reacciones de los padres son similares a las de otro tipo de pérdidas, pero suelen ser más intensas y duraderas.
Puede experimentar lo siguiente:
- Negación, rechazo, trauma intenso y/o confusión; incluso si la muerte de su hijo era esperada.
- Una tristeza y desesperanza abrumadora, que le puede llegar a dificultar enfrentar algunas tareas diarias o incluso salir de la cama.
- Sentimiento de culpa extrema o sensación de que falló como protector de su hijo y que podría haber hecho algo mejor.
- Ira y enojo intenso. Sentimientos de amargura e injusticia.
- Sobre protección de sus hijos vivos.
- Miedo de estar solo.
- Resentimiento hacia los padres con hijos sanos.
- Sentir que la vida no tiene sentido y desear que lo liberen de su dolor o unirse a su hijo.
- Cuestionar a Dios. Perder la fe o creencias espirituales.
- Soñar con su hijo o sentir su presencia cerca.
- Soledad y aislamiento intenso, incluso cuando se encuentra rodeado de gente, y sentir que nadie puede comprender realmente lo que siente.
El duelo de un padre siempre será muy duro; e incluso con el paso del tiempo, muchos padres lo siguen viviendo de forma intensa y sienten que es imposible volver a tener una vida normal.
Si está experimentando estos sentimientos, busque ayude con un profesional como un psicólogo o terapeuta, ya que ellos le podrán ayudar a sobrellevar el duelo y darle el apoyo que necesita.
Formas de cómo superar la muerte de un hijo
Estas son algunas sugerencias que le pueden resultar de ayuda para atravesar el duelo:
- Hable de forma frecuente sobre su hijo y siempre diga su nombre.
- Pídale ayuda a familiares y amigos para resolver las tareas cotidianas del hogar, diligencias y cuidados de sus otros hijos. Esto le dará tiempo valioso para usted y para que viva su duelo.
- No se apresure a guardar o regalar las cosas de su hijo. Tómese su iempo para decidir qué hacer con sus pertenencias.
- Prepárese mentalmente para responder a preguntas difíciles como, «¿cuántos hijos tiene?», o comentarios como «al menos tiene otros hijos.» Recuerde que las personas no lo quieren herir, simplemente no saben qué decir.
- Para los días significativos, como el cumpleaños de su hijo o el aniversario de su muerte, procure estar acompañado. Puede pasar el día mirando fotos y compartiendo recuerdos o comenzar una tradición familiar, como plantar flores.
- Considere asistir a un grupo de apoyo para compartir sus experiencias con otros padres que entienden su duelo y puedan ofrecerles esperanzas.
Encontrarle un sentido a la vida después de la muerte de su hijo
La pérdida de un hijo nunca se supera, pero si se puede aprender a vivir con ella; y aunque parezca imposible, si podrá volver a encontrar la felicidad y un propósito en su vida.
Algunos padres buscan crear un legado para su hijo, trabajan como voluntarios en un hospital u organizaciones donde se apoyan causas que eran de interés para su hijo. Otros sirven en la Iglesia, crean fondos conmemorativos o empiezan a disfrutar de nuevas experiencias.
El punto principal es encontrar actividades que le ayuden a mantener vivos los recuerdos de su hijo, mientras descubre nuevas maneras de ver el mundo.
Además, no olvide que los recuerdos de momentos alegres con su hijo y el amor que compartió seguirán estando presentes y siempre formarán parte de usted.
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